Poseedora de un rostro de mujer-niña, mirada soñadora y una voz que al cantar expresa el dolor y la angustia del amor perdido, pero también la alegría del folklore mexicano con la cual ha dado vida a innumerables personajes como “La Cantinera”, “La Gallera”, “La Noble Campesina”, “Mujer Fiel y Enamorada”, Guillermina Jiménez Chaboya nombre real de Flor Silvestre, vio las primeras luces un 16 de agosto en Salamanca, Guanajuato.
A la edad de 5 años ya tenía la inquietud de cantar y junto con su madre, convencen a su papa de vivir en el D.F. En una ocasión un pariente los invito a verlo actuar en el Teatro del Pueblo y al terminar la función Flor subió al escenario dispuesta a cantar, pero como era muy pequeña el mariachi no quiso acompañarla. Esta experiencia le sirvió como estímulo y así desde los trece años incursiono en la interpretación de melodías del género ranchero en el cual se cimento una fructífera carrera.
Se presentó por primera vez en la XWFO cantando “La Soldadera” y la gente empezó a conocerla con este nombre hasta que el Sr. Arturo Blancas la bautizo con el nombre de “Flor Silvestre”. Flor se presenta en un concurso para aficionados en la W en el cual gano y como ya era conocida por trabajar en el Teatro Colonial de ahí salió su primera gira en Centro y Sudamérica; pese a su corta edad con el dominio de su voz que le dio la experiencia y con un nombre reconocido fue descubierta por el productor fílmico Gregorio Walerstein y Emilio Azcárraga durante una de sus actuaciones en el centro nocturno El Patio, quienes la invitan a participar en el cine contratándola para cinco películas estelares, para un programa XEW y para grabar su primer LP.
La primera de sus más de 70 películas “Primero Soy Mexicano” la realiza al lado de Joaquín Pardabé y Luis Aguilar. Sus actuaciones en el cine western-mexicano con ambiente folklórico se realzaban con su faceta de cantante. Es en 1956, en el rodaje de “Los Muertos Hablan” donde conoce a su inseparable compañero Antonio Aguilar.
Al lado de su esposo aprendió el arte de la charrería en todas sus facetas, trabajando incansablemente en el “Espectáculo Internacional Ecuestre de la Familia Aguilar”.
Con más de 200 discos grabados, Flor Silvestre nos ha hecho desde hace más de 50 años llorar, reír y disfrutar de “Una Canción Desesperada” al observar una “Gaviota Traidora” surcar un “Cielo Rojo” y suspirar por “Un Cariño Santo”.
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